top of page
Buscar

Carta de un joven pescador

  • Por Gerardo Axel Guerro
  • 5 abr 2017
  • 2 Min. de lectura

Hoy he divisado de nuevo a aquel pez que he estado admirado desde hace algún tiempo, y es que la verdad nunca había visto a un pez con tan hermoso colorido, y a la vez tan ambiguo, que puedo apreciarlo tan pequeño algunas veces como el más grande de todos.

Últimamente no lo había visto muy seguido inclusive, llegué a pensar que ya no lo vería más, pero afortunadamente mi pensamiento estaba equivocado. Y aunque anhelo con que aquel pececillo sea mio alguna vez , estoy perdiendo la esperanza cada vez más. Cada vez veo más y más pescadores en su búsqueda, todos ellos cautivados por su hermoso colorido; todos ellos llegan con redes y cañas bastante llamativas, cuando yo solamente me encuentro en mi pequeña barca con un cordel atado a una vara.

La gente en ocasiones me ha dicho que ya deje mi obsesión, que no hay nada de extraordinario en tan ordinaria criatura, pero yo se bien que ellos no poseen la misma percepción que tengo yo hacia él. He pensado en dejarlo libre y buscar en otros mares a algún otro pez (al fin y al cabo hay otros seis mares ¿No?) pero no es tan fácil, yo no quiero pescarlo, por que implica lastimarlo, y no diría que quiero capturarlo, por que es obligarlo a estar conmigo, no, yo solo quiero que sepa que es mio y a la vez es un pez libre, y para eso no encuentro una palabra para describir lo que quiero.

Pero bueno por último solo quiero que algún día, tu mar, entregues esta botella, a aquel pez que se encuentra por allí y ojalá y algún día se acerque a curiosear y en encuentre atractivo mi frágil cordel.

Un joven pescador


Recent Posts
Archive
bottom of page